Características de la Institución
La escuela comenzó a funcionar en la calle Garay 1179, de esta localidad en un chalet que fue adaptado para responder a las necesidades de un ámbito educativo.
Desde sus comienzos se incluyó la enseñanza del idioma inglés como lengua extranjera, en todos los niveles, la enseñanza por áreas en los últimos grados de la escuela primaria y la modalidad comercial en el nivel medio.
En el inicio había un sistema de medio pupilaje, durante la mañana se dictaban clases normalmente y en el turno de la tarde los alumnos preparaban sus tareas para el día siguiente, orientados por docentes.
En el año 1958, año de su fundación, el instituto contaba con una matricula de sesenta alumnos atendidos por cinco docentes.
Inicialmente por solicitud vecinal, los sacerdotes franciscanos daban misa los domingos en las instalaciones de la escuela.

Cada una de las secciones del establecimiento cuenta con instalaciones propias, solo se comparten áreas corno el gimnasio, la biblioteca, el salón de usos múltiples, el laboratorio, y en distintos horarios el patio destinado a los recreos.
A partir del año 1992 1.M.E.I. cuenta con una asistente educacional que se desempeña en los tres niveles, con una frecuencia de trabajo de dos veces por semana, atendiendo los casos de alumnos con dificultades de aprendizaje y orientando a las familias para que puedan acompañar el desarrollo de sus hijos
Asimismo, desde 1994, se trabaja como proyecto institucional las actividades de articulación entre los tres niveles de enseñanza con el objetivo de llegar a acuerdos pedagógicos que favorezcan el desempeño exitoso de los alumnos en el ciclo educativo siguiente.
También se ha logrado a partir de 1988 la incorporación de la enseñanza de computación por medio de talleres dictados por docentes especializados.
La oferta educativa se ha ampliado, pudiéndose evaluar una evolución favorable fundamentalmente, hacemos hincapié en brindar a nuestros alumnos una formación integral, no solo a través de la oferta curricular, sino también a través de un acuerdo institucional de convivencia que privilegie la relación humana y los valores, por sobre los intereses particulares.